Tropea

Tropea es una ciudad íntima y amistosa y la mayoría de los lugareños ven la puesta de sol desde el Corso Vittorio Emmanuale, una calle que serpentea por la ciudad y te anima a parar y tomar una taza de café o una bebida fría en uno de los muchos pequeños cafés del camino. Este es el mejor lugar para unirse a "la passeggiata", un largo y lento paseo para el que los italianos normalmente se visten con sus mejores galas.

Siempre hay bancos en la passeggiata, donde a las personas mayores les gusta sentarse y ver pasar a los demás, mientras que los adolescentes se mueven mucho más rápido y las familias jóvenes muestran a sus nuevos bebés. Es una tradición italiana y en el Corso Vittorio Emmanuale la passeggiata termina con un conjunto de barandillas con vistas al mar, después de lo cual la gente camina lentamente de vuelta a casa, a menudo parando para tomar un vaso de vino en el camino.

Santa Maria dell'Isola es un antiguo monasterio recientemente renovado. Hace mucho tiempo estaba en una pequeña isla de la bahía, pero durante muchos siglos la bahía se ha ido sedimentando para unir el monasterio con el continente y crear una maravillosa playa semicircular, que es muy popular en verano.

El Duomo (catedral de Tropea) tiene arquitectura normanda y contiene un número de obras de arte que vale la pena ver.

Una excursión de un día a las Islas Eólicas es absolutamente esencial mientras estudias italiano en Tropea. Si quieres ver las erupciones de Stromboli, un volcán activo, es mejor tomar el barco de la tarde para que puedas ver las chispas nocturnas volar hacia arriba como fuegos artificiales.

Tropea está en una costa rocosa, no plana, por lo que tiene muchos caminos empinados en zigzag y escaleras para ir de la ciudad a la playa. ¡Deja suficiente tiempo para moverte por la ciudad ya que el viaje cuesta arriba toma un poco más de tiempo que el cuesta abajo!

Tropea tiene su propia línea de ferrocarril panorámica que sigue la costa alrededor de Capo Vaticano y luego se une a la línea de tren principal de nuevo. Hay una buena razón para esto - Tropea es famosa por sus playas y mientras algunas cobran una tarifa para entrar – con lo cual se puede usar una cama solar y una sombrilla - otras son libres de visitar. Un viaje a lo largo de la costa en tren le mostrará paisajes dramáticos y muchas pequeñas calas para explorar. Scilla, al sur, tiene un gran castillo y es famoso por su puerto pesquero y sus restaurantes de pescado, mientras que Pizzo, al norte, es famoso por su helado de trufa de chocolate.